Papachanka certificó este fin de semana su regreso a la Primera División. Lo hizo de la única forma que sabe: sufriendo en el infierno de Vedruna, cuya cancha es una auténtica ratonera para todos sus rivales. Lo fue durante tres cuartos para el antiguo Careba, que se sacudió la presión en un último cuarto para enmarcar, donde anotó 15 puntos frente a los 4 del rival. Su victoria le aupó a la Primera, de la misma manera que ocurrió hace dos semana con CDK.Con este ascenso, Papachanka se convierte en el primer club ascensor de la historia de esta liga, a la espera de que Mireste, que ganó a Vacas Sagradas, certifique también matemáticamente su regreso a la Primera División. Pero hagamos memoria de este equipo luchador como el que más antes llamado Careba. Su primer ascenso a la máxima categoría del baloncesto municipal se produjo en mayo de 2010, sufriendo lo indecible en los play off: apeó en cuartos a Tran Tran de milagro (41-44) y perdió su primera oportunidad de ascender cayendo ante Parapapa también por la mínima (41-40). Sólo pasaban tres y ese tercer puesto lo consiguió a costa de EP Macarena, en el único partido medio cómodo -si se puede llamar así- (57-44).
Su sufrimiento no acabaría ahí. Como debutante, pagó la novatada en una Superliga cargada de exigencia, donde ganó cuatro partidos -aunque sólo contabilizaron tres por la descalificación de Parapapa- aunque ninguna de sus derrotas, salvo la infligida por Plantipark, superó los 10 puntos de diferencia. Pero ser colista y bajar a Segunda fue la más nimia de las novatadas. La mayor de todas se produjo el 26 de octubre de 2011, cuando el IMD notificó que este club y Mireste, jugarían en Tercera. La presión social hizo a los organizadores rectificar y devolver a estos dos clubes a la División de Plata, donde han demostrado, tras cuatro meses de bregar en las canchas, que sí que valen y que son, con todo merecimiento, de Primera.
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